Textura de la soledad elucubrada con piel luctuosa
latido impar de una memoria no correspondida
preocupación indecible pagada con indeferencia en fuga
turno impostergable en un quirófano sin luz
cita con la ausencia definida en letras de permanencia
respiración del corazón detenido enfermo de silencios
cumpleaños del dolor de los olvidos reiterados
funeral suntuoso de la reciprocidad interrumpida
pupilas sedientas de comprensión que no logran hablar
detalle sin fuerza en los pasillos de cada hospital público
distancia entre la palabra dicha y la que no se escuchará
réplica hueca a la verdad singular que la desangra
parto de lágrimas múltiples que no pueden llorar
libro de poemas extenuado de gritarle al aislamiento
Piazzola creando más pérdida que Adiós Nonino
sueño que resiste somníferos de evasión temporal
almohada que perfora la sien con recuerdos tristes
trinchera del alma muerta que agoniza sueños rotos
demérito de la conciencia débil agotada de esperar
puntuación del verso inconcluso que murió de pena.
El vacío de la consternación dilapidada involuntariamente
me desborda en pesadillas de rebelión la impotencia.
Cuando el vacío determinante es la respuesta inequívoca
transmutar el dolor palpitante y la angustia irreversible
llena mi espacio de aire sufrido del que me libera solo la poesía.