De haber vivido idilios con aciertos y sobresaltos
de haber disfrutado viajes con inigualable osadía
de haber besado al amor con idiosincrasia de huella
de haber estallado de orgullo con una sombra honesta
de haber derramado versos con audacia cautiva
de haber subyugado miedos con instinto letal
de haber honrado convicciones con plural rebeldía
de haber sido amiga incondicional sin tierra en el consejo
de haber dignificado la palabra sin encarcelar ideas
de haber perdonado incólume sin redimir la memoria
de haber soñado el mundo mío sin olvidar que me pertenece
de haber sufrido la mediocridad sin embarrarme en su orilla
de haber embelesado memorias sin connotaciones vanidosas
de haber dado sinceras gracias sin más consigna que el honor
de haber sostenido irónicas verdades entre guerras y milagros
de haber encontrado la calma entre el ayer y el mañana
de haber cuidado recuerdos entre lo justo y lo atrevido
de haber embellecido jardines entre junio y septiembre
de haber escrito jirones de mi existencia entre el dolor y la risa
de haber enfrentado la angustia entre la vida y la muerte
de haber viajado sueños entre mis ideas y mi piel
un domingo cualquiera de lluvia deliciosa
recibiré a mi después de la mano de tu espíritu
y a mi Dios le pido a modo de plegaria
que nadie llore mis recuerdos hondos y mi emoción profunda
que todos hereden mi sonrisa y mi pasión
que no envejezcan mis versos mientras no vuelvo
sobre mi cuerpo un poema y sobre mi alma un jazmín.
